DE LOS INDIGNADOS ESPAÑOLES

  • No es crisis es estafa
  • Cría ricos y te comerás sus crisis
  • Si no salimos en los periódicos saldremos en los libros de historia
  • Me gustas democracia porque estás como ausente
  • Ya tenemos el sol, ahora la luna
  • El pueblo reflexiona, por eso está en la calle
  • Te oigo quejarte en casa, sal a la calle a que te oigan
  • La única causa de la pobreza es la riqueza
  • Precaución, ciudadanos pensando.
  • Nuestros sueños no caben en vuestras urnas.
  • No somos ilusos somos ilusionistas

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lunes, 27 de mayo de 2013

martes, 7 de mayo de 2013


                       FILMAR EL SUFRIMIENTO

El director austríaco Michael Haneke es uno de los pocos realizadores europeos y tal vez (el tal vez tiene que ver con lo poco que llega del cine mundial a nuestro país) del mundo que mantiene desde hace muchos años una obra rigurosa y coherente, tanto en el plano ético como en el estético. Se hizo conocido en la Argentina  con una película estrenada en 2009, “La profesora de piano”, con un trabajo extraordinario de Isabelle Hupert y a partir de allí se estrenaron dos obras de gran excelencia: “Caché” y “La cinta blanca”. Otras películas anteriores  del mismo nivel se pudieron ver en el Bafici y en otras muestras. Haneke provoca en todas sus obras un aluvión de emociones que sacuden y conmueven al espectador sin nunca obnubilarlo o impedirle pensar. Esas historias que en general son demoledoras y provocadoras son también  llevadas con tersura al espectador a través de un lenguaje distanciado, no frio, siempre buscando también el corazón del espectador, que tiene algo en común (reconocido por el propio Haneke) con los preceptos del distanciamiento brechtiano que tanta riqueza artística ha dado tanto al teatro como al cine universales.
Hoy llega a Buenos Aires, “Amour” su última obra interpretada  por dos auténticas leyendas del cine francés , Jean-Louis Trintignant y Emmanuele Riva, que le dan al film si cabe una densidad adicional a un tema doloroso, oscuro, suerte de réquiem final de un matrimonio de amantes de la música que enfrenta, luego de muy pocas y certeras escenas de una vida “normal”, rutinaria, burguesa, de una rara armonía y muy francesa, la aparición de la enfermedad y la muerte cercana.
Un día Anna pierde la conciencia y luego de evitar  - como en general ocurre en las transitadas películas “de enfermos” a las que nos tiene acostumbrado en especial el cine norteamericano-  información innecesaria y en general morbosa, el film se zambulle diáfanamente en un escenario único del que no saldrá hasta el final.  Esa vida llena de respeto, amor y comprensión entre dos seres que sin duda han pasado malos momentos pero los han podido remontar, es puesta a prueba en profundidad. La pareja que ha sabido preservar su intimidad necesita abrirse a nuevas situaciones que son enfrentadas  y llevadas al espectador en detalle con esa capacidad de entomólogo que tiene Haneke  y a la que ya nos tiene acostumbrados. Al austriaco le interesa presentar al espectador cosas que lo hagan pensar, que lo problematicen, lo dice con claridad en un reportaje: “Lo peor que me puede pasar es que el que está viendo mi película sienta que ésta le confirmó alguna certeza”.
Como los grandes intérpretes que son , Trintignant y Riva encarnan magníficamente a sus personajes . La indignación de Georges  ante la degradación física y mental de su mujer e incluso por sus propias limitaciones, es inversamente proporcional a esas miradas cada vez más tenues e idas de Anna.  Haneke cuenta con humor un tanto negro que Trintignant estaba muy mal antes de filmar, incluso llegando a fantasías de suicidio y él  le hizo decir a través de su productora “filmemos primero la película y luego te suicidás, si querés”.  El trabajo soberbio, pequeño tal vez en tiempo pero enorme en intensidad de Isabelle Hupert en el rol de hija que aparece sólo para complicar las cosas, complementa a ese maravilloso dúo cuyas intensas miradas se mantendrán mucho tiempo en nuestras vidas.
La última película de Haneke se asoma al abismo de la vejez y la muerte con los ojos bien abiertos y nos ayuda a enfrentarnos con esa parte esencial de la vida que es la muerte, de la mejor forma posible, también con los ojos y el corazón bien abiertos.
                                                                                           A.P.                                                                                   

lunes, 6 de mayo de 2013


ACONTECIMIENTOS

Hay acontecimientos que superan los análisis políticos y derivan por sus reacciones en cambios nunca antes imaginados.
De igual manera que con la sorpresiva muerte de Néstor Kirchner cuando miles de jóvenes ingresaron a la participación política, la desaparición física de Hugo Chávez puede derivar en una profundización del proyecto del socialismo del siglo XXI  y propone  nuevos desafíos a la Unión Sudamericana de Naciones que requerirá de renovados liderazgos .
Un acontecimiento de difícil pronóstico parece ser la elección de un Papa latinoamericano, el primero en 2000 años de historia del cristianismo. La inusitada visibilidad que le otorga  esta designación  a la región y en particular a nuestro país, nos obliga a ser prudentes, aun conociendo la historia de la jerarquía vaticana en el mundo entero desde siempre y en nuestro país fundamentalmente durante la dictadura genocida, lo que hace difícil imaginar que por el solo hecho de ser latinoamericano y jesuita revierta 2 siglos de connivencia entre la curia y el poder conservador.
Deberemos esperar un tiempo para descifrar si efectivamente, como afirman algunos, el  ex cardenal Bergoglio llega para disciplinar el mal ejemplo que la región le propone al mundo capitalista, o como muchos creyentes de buena fé imaginan,  llega para reconciliar a la iglesia con su devaluada feligresía ordenando puertas adentro  actos de corrupción ética y económica.
Por lo pronto, con rápidos reflejos  la presidenta argentina logró una reunión que la posiciona favorablemente en el liderazgo internacional,  generando la revulsión de toda la oposición y de la derecha clerical  desautorizando en principio a quienes quieren confrontar con la iglesia y con todos sus fieles.
La justicia denegó la posibilidad que Pedro Blaquier  procesado  como participe civil del  golpe de estado viaje a la asunción del papa invitado por el Cardenal  Sanchez  Sorondo, deberemos quizás esperar que el  Vaticano sancione a los genocidas que lucen escarapelas  papales, y excomulgue al asesino de Videla que sigue profesando fe de golpista consuetudinario  y al capellán Von Wernich, para vislumbrar por donde viene el  nuevo papado.
Mientras tanto entramos en nuestro país en la etapa de formación de alianzas con vistas a las elecciones parlamentarias de octubre, las alquimias proponen mezclar el agua y el aceite, entre Carrió y Solanas, obligan a Binner a imaginarse  ser  Capriles y a De Narvaez gastar su dinero para posicionarse como el único El, que puede confrontar con Ella en nombre de Vos.
Los medios de comunicación no encuentran quien los represente en la disputa de poder para garantizar sus negocios, mientras proponen que hay dos relatos de la realidad, cuando en verdad solo hay dos proyectos en pugna y claramente no será solo por efecto del rezo ni de la gracia divina, sino fundamentalmente de la lucha y la movilización popular donde derrotaremos el proyecto del recientemente fallecido socio de los genocidas y defenderemos, profundizando el proyecto nacional y popular.

DE QUE JUSTICIA NOS HABLAN?

Existen acontecimientos que por su trascendencia parecerían poder transformar por si solos las realidades conflictivas, intrínsecas y estructurales de los países.  Tal es hoy lo que ocurre con el gobierno argentino, que tras el fallecimiento de Chávez podría encontrase con la necesidad de desempeñar un rol diferente en el desarrollo de las transformaciones de paradigmas en Latinoamérica. Y obviamente que decir de los cambios que implicará la entronización del obispo de Buenos Aires -quién hace casi diez años que no contaba con la presencia del Presidente de la República en el Tedeum metropolitano-, hoy devenido en Su Santidad Francisco, quién en uno de sus primeros actos protocolares ha invitado a almorzar en la residencia Santa Marta, en el Vaticano, a Cristina Fernández de Kirchner, encuentro que insólitamente estuvo signado por besos, regalos y deseos recíprocos de buena venturanza.
Es indiscutible que si hay algo que caracteriza a la política es precisamente la permeabilidad a la dinámica de los cambios. Pero claro que esta regla -como toda regla que se precie de ser tal-, tiene sus excepciones: Si hay algo que no cambia en nuestro país es la estructura cristalizada de su Poder Judicial, el anacrónico método de dación de justicia, el inveterado uso de un lenguaje encriptado solo digno de ser hablado y entendido únicamente por los iniciados, irreductibles tiempos de resolución de conflictos absolutamente ajenos a las necesidades de los justiciables, la existencia de vínculos y compromisos que denigran el principio de neutralidad, la desestimación de las necesidades de los sectores sociales vulnerables, y la consentida desprotección a la victima.
 Perecería que la convocatoria que realizó el Ejecutivo Nacional ante la Asamblea Parlamentaria reclamando la necesidad de democratizar la justicia, fue efectuada ante el hartazgo provocado por el uso abusivo de las medidas cautelares arbitradas en contra de los intereses del estado, mas precisamente ante los impedimentos de la plena aplicación de la ley 26.522 por parte del Grupo Clarín que como es sabido, también hasta el hartazgo, antepone sus negocios privados a la libertad de expresión. Sin embargo, la afirmación vertida en estos términos es evidentemente mezquina, infantil y tendenciosa. El debate de la democratización de la justicia no es contra nadie, sino a favor de promover la creación de instrumentos institucionales que permitan mejorar la legitimidad de origen, pero también la del ejercicio del Poder Judicial. El objetivo es tratar de superar la desconexión que muchas veces existe entre una organización y sus prácticas, entre la estructura funcional de la justicia y las demandas sociales.
Es necesario, entonces, reflexionar sobre el Gobierno de los Jueces.
Los Magistrados, Señorías y Excelencias, gobiernan irrestrictamente sin estar legitimados por el voto popular. Administran el castigo, las reparaciones, privan y conceden derechos esenciales. El ejemplo mas claro y dramático son los reiterados fallos de la Cámara Civil y Comercial Federal que se alzaron contra una de la leyes quizás mas democráticas que recuerde nuestra historia parlamentaria; y que decir al respecto del fallo escandalosamente exculpatorio emitido en diciembre de 2012 por la Sala II de la Excelentísima Cámara Penal de la Provincia de Tucumán en el caso relacionado con la imputación de secuestro y sumisión a la esclavitud de Marita Verón.
Existe una justificada creencia popular que la justicia es secreta, palaciega, casi de estructura feudal, burocrática, y es en razón de ello que el común de los mortales solo puede observarla desde abajo.
María Laura Garrigos de Rébori, Presidenta de la Cámara en lo Criminal y Correccional, define la democratización de la justicia con una sola palabra: ABRIRLA.  Y la apertura es reconocer la existencia de una gran falacia: El discurso que habla de la independencia de los jueces respecto del poder político y económico.  Y ello es una evidente mentira porque los jueces son en si mismo un poder político ejerciendo un poder efectivo en cada decisión que se toma: ahí es cuando se resignifican las reglas y el discurso, se construyen realidades, se instalan ideas sobre las potestades del poder o sobre los verdaderos destinatarios de la distribución de los bienes de la sociedad. Con relación a la vinculación de determinados estamentos del Poder Judicial con determinadas corporaciones, coincidimos con Foucault cuando afirma que el poder económico es mas peligroso cuando seduce que cuando castiga. Existen asociaciones con personería jurídica que gozan de gran predicamento en los fueros y aún en la Corte Suprema, tal como por ejemplo la “Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional” que reconoce abiertamente la legitimidad de la existencia de esponsores que brindan ingentes recursos económicos, entre otras cosas, para la organización de congresos y eventos profesionales que se realizan tanto en el país como en el extranjero. El ejemplo mas claro es el del Camarista Federal Francisco de las Carreras quién paseó por Miami por cuenta y orden de Cablevisión, y en oportunidad de ser legítimamente recusado, sus pares rechazaron la objeción y el mismo adujo que tenía ”tranquilidad de espíritu y libertad de conciencia”. La Corte Suprema como estructura de superintendencia solo aporto silencio, prueba más que evidente que la familia judicial existe y no desampara a sus miembros.
Después de 836 palabras el lector está legitimado a preguntarse como se sale de este modelo perverso y elitista. Y el inicio de la respuesta, como ya dijimos, está en la génesis. Una de las cuestiones claves es la formación del futuro abogado en las Facultades de Derecho; una cosa es enseñar que el Derecho es un conjunto de normas, y otra cosa es decir que el Derecho es un discurso que da sentido y que tiene que ver con las relaciones de poder en una sociedad.
Es evidente que el conjunto de las anómalas situaciones planteadas ya no soportan el esperar sine die soluciones de devengan de actitudes voluntaristas o complacientes emanadas del propio estamento puesto en crisis.
En la agenda de cualquier programa “real” de democratización de la justicia debería proponerse al debate público los siguientes puntos:
·       Juicio por jurados para todas las ramas del derecho.
·       Transparencia, publicidad, oralidad y audiencias públicas en los procedimientos de todos los fueros (civil, comercial, penal, laboral, administrativo y familia)

·       Horizontalidad en las organizaciones de jueces.

·       Autonomía plena de la Defensa Pública.

·       Reorganización del Ministerio Público Fiscal hacia los intereses sociales y de las victimas.

·       Reorganización funcional de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

·       Reconocimiento de la administración de justicia de los pueblos indígenas.

·       Fortalecimiento de la estructura de los jueces de paz, tribunales vecinales y centros comunitarios de acceso rápido y directo a la justicia.

·       Reorganización del funcionamiento del Consejo de la Magistratura, con inclusión de consejeros ciudadanos.

·       Equiparación fiscal de los miembros del Poder Judicial con el resto de los contribuyentes, en sostenimiento del principio de equidad e igualdad ante la ley.
                                        J. R.

CONCENTRACIÓN E INFLACIÓN
Martín Schorr (CONICET)
Las subas de precios de los últimos años no son un fenómeno excluyente de la argentina, sino que se enmarcan en un contexto mundial de significativo aumento de los commodities (alimentos, petróleo, etc.). Pero la influencia de las circunstancias internacionales en cada economía nacional actúa por intermedio de sus especificidades estructurales. La industria argentina denota niveles sumamente elevados de concentración económica: 95 de las 169 ramas fabriles relevadas por el censo tienen estructuras de mercado altamente concentradas (las primeras 8 fábricas explican más del 50% de la producción). De allí que en 2010 apenas 100 firmas industriales explicaron el 41% del valor de producción sectorial (esa gravitación fue del 35% en 2001 y del 27% en 1993).
¿Podría afirmarse que los oligopolios industriales han contribuido a la aceleración de los precios durante la posconvertibilidad? Sí. Entre 2001 y 2010 los precios mayoristas de las industrias concentradas se incrementaron el 8% por encima del promedio industrial, mientras que las ramas fabriles con mayores niveles de competencia aumentaron sus precios el 10% por debajo de la media. Así, el importante proceso de elevación de precios industriales en el período 2001-2010 fue conducido por las ramas altamente concentradas.
Ello se asocia, principalmente, al sustancial movimiento de excedentes en 2001-2003, dado que allí las ramas más concentradas aumentaron sus precios el 11% por encima del promedio industrial, mientras que los rubros fabriles con estructuras de mediana concentración lo hicieron el 13% por debajo y los de escasa concentración el 19% menos.
Por su parte, ante la aceleración del proceso inflacionario a partir de 2007, el conjunto de las ramas del espectro fabril local impulsó el crecimiento de los precios mayoristas, fundamentalmente aquellas caracterizadas por estructuras de mercado altamente concentradas (su nivel de precios fue 7,5% más alto que el promedio), mientras que la situación relativa de las ramas de escasa concentración empeoró y las de mediana concentración prácticamente no sufrió alteraciones.
Los rubros oligopólicos que más contribuyeron al aumento de precios en 2007-2010 fueron:
·        algunas industrias que tienen vinculación con el mercado interno (azucarera, láctea, elaboradora de cigarrillos, de jabones y detergentes, pastas alimenticias y la gráfica). Allí conviven grandes capitales oligopólicos del calibre de Ledesma, Atanor, Mastellone Hermanos, Massalin Particulares, Nobleza Piccardo, Procter & Gamble, Unilever, Molinos Río de la Plata, Vicentín y Clarín; y
·        elaboraciones de insumos básicos y bienes de consumo final no durable, con escasa complejidad tecnológica, alto aprovechamiento de las ventajas comparativas y/o institucionales de privilegio, que han logrado imponer el “price leadership” durante el período: refinerías de petróleo, acero y aluminio primario, chocolate y golosinas, la actividad cementera. En tales ramas se insertan grandes compañías que tienen una larga tradición en la elite empresaria local (Techint, Acindar, Aluar, Arcor, Loma Negra y las petroleras YPF, Petrobrás, Esso y Shell).
El grado de concentración no induce necesariamente un ascenso de los precios. Lo que interesa, especialmente, es atender la lógica de acumulación de las corporaciones líderes, dado que la misma se encuentra subordinada a la estrategia de la firma por mantener las barreras al ingreso de nuevos actores en los mercados en los que operan. Ello, con la finalidad de apropiarse de ganancias extraordinarias asociadas a esa posición dominante.
Los capitales concentrados han logrado mantener las barreras al ingreso y sostener los elevados niveles de concentración económica durante la posconvertibilidad. Ello se vincula, en buena medida, con el establecimiento de un precio mayorista más elevado que el promedio industrial, en un escenario en el que las grandes empresas se han mostrado reticentes a canalizar sus abultados excedentes a la inversión.
Así, la estrategia de expansión de las firmas que se insertan en mercados fabriles altamente concentrados no estuvo impulsada por sus esfuerzos de inversión, sino más bien por su capacidad oligopólica en la formación de precios, traccionando el proceso inflacionario que tuvo lugar en la posconvertibilidad.
Se trata de cuestiones estructurales para nada menores en una coyuntura como la actual, caracterizada por el hecho de que desde diversos espacios vinculados con el poder económico industrial se viene presionando por una devaluación como mecanismo esencial para “ganar competitividad”. Ello, ante el retraso cambiario que se desprendería de las tendencias inflacionarias (en cuya explicación, obviamente, nada se dice sobre el componente oligopólico). En términos estratégicos, desde estos sectores se apunta a que con un aumento del tipo de cambio real se logre sentar las bases para reeditar el proceso que tuvo lugar tras la regresiva salida de la convertibilidad: que las industrias altamente concentradas utilicen su poder de mercado vía la fijación de precios. Y por ese medio se viabilice nuevamente una doble transferencia de ingresos a su favor: vía una reducción de los salarios y  nuevas apropiaciones de excedente en contra de las industrias menos concentradas.
La “inflación oligopólica” no constituye el factor causal excluyente de la elevación de los precios fabriles, pero la misma desempeñó un papel de suma relevancia. Y ello es así porque los efectos de la “inflación importada”, sumamente importantes para aprehender el fenómeno, no permiten per se identificar los factores estructurales internos.
Con el telón de fondo de la lamentable manipulación del sistema estadístico nacional, el diagnóstico del gobierno, implícito en las medidas adoptadas (retenciones a las exportaciones y negociación “cara a cara” con firmas líderes), ha reconocido el carácter “importado” y “oligopólico” de la suba de precios. Pero difícilmente consiga contener el proceso inflacionario (estructural) a partir de soluciones de “corto plazo” (coyunturales), como las que se han venido implementando. Máxime cuando un pilar esencial de esta política se ha visto obturado tras el conflicto con las patronales del agro. Y el otro no alcanza a contemplar la posibilidad cierta de que los costos implícitos de la negociación con las compañías líderes sean trasladados a la cadena productiva que tales firmas dominan. Esto último, en detrimento fundamentalmente de sus pequeños y medianos proveedores y/o clientes, con el consecuente recrudecimiento de la concentración del ingreso sectorial y la manifestación de tendencias a la centralización del capital a favor de los oligopolios líderes.
Si es aceptado que el problema inflacionario es estructural y tiene como una de sus causas principales al comportamiento de los actores concentrados, sería un aliciente importante la aplicación estricta e integral de la legislación vigente en materia de defensa de la competencia, la regulación de las cadenas productivas, y resultaría auspicioso avanzar en la “institucionalización” de la figura del grupo económico, estableciendo límites a su expansión y fijando nuevas relaciones entre el capital oligopólico y las firmas de menores dimensiones.
Pero ello sería aún insuficiente, en la medida en que la inflación mayorista industrial también es expresión de los límites distributivos que impone el perfil de especialización predominante en el ámbito fabril. Allí, el salario adopta, en particular para la dinámica de acumulación y reproducción ampliada de las empresas líderes, la forma social de un costo de producción, en lugar de adquirir el rol de impulsor de la demanda interna. Por eso, no resulta casual el componente “oligopólico” de la inflación, ni tampoco que las grandes transnacionales y los grupos económicos locales presionen por una devaluación como vía inductora de una mayor “competitividad”.
De modo que urge la discusión y definición de una estrategia de desarrollo industrial de mediano y largo alcance que, considerando las alianzas sociales y políticas que le den sustento, debería propender a completar numerosos casilleros del entramado manufacturero (con un lugar destacado para una política sustitutiva), impulsando las actividades más complejas en lo tecnológico y aquellas en las que su reproducción ampliada tenga a la demanda interna como impulso esencial. 

LA MATÉ PORQUE ERA MÍA
Qué es el femicidio?

Es un concepto que aborda la violencia de género que termina en asesinato de las mujeres, es una forma extrema de violencia basada en el género y es, también, una forma de dominación y control que los varones ejercen hacia las mujeres.
Es importante aclarar que no toda violencia que ocasiona la muerte de una mujer puede ser considerada como femicidio, porque cuando el género de la víctima es irrelevante para quien la asesina, se trata de un asesinato no de un femicidio.
A mediados de 2012 en la Cámara de Diputados se aprobó la incorporación del concepto de “femicidio” en el Código Penal Argentino, esta medida considera al asesinato por violencia de género como un caso de homicidio agravado, que establece “agravantes por el vínculo” y descarta el uso de atenuantes cuando el hombre tenga antecedentes por violencia.
Estas medidas ayudan, pero todos sabemos que no detendrán la violencia contra las mujeres, todos sabemos que mientras sea tan enorme la desigualdad entre mujeres y varones, y mientras los varones se sientan con derecho sobre las mujeres, éstas permanecerán en condiciones precarias, serán vistas como de menor valor en la sociedad y sometidas a la violencia masculina. Necesitamos una educación que marque las diferencias de género sin discriminación, que enseñe que el sometimiento no es una forma común de trato y que violentar ya sea a los hombres o a las mujeres no es normal. Las sociedades tenemos que aprender que nadie es mejor o peor por ser diferente.
Al respecto de esta incorporación al Codigo Penal esto decía el juez Carlos Rozanski :
“Todos estuvimos de acuerdo en que la definición del femicidio es la muerte de una mujer por su condición de tal. Si un ladrón entra en un banco y mata a una mujer, esa víctima no fue muerta por mujer, pero cuando un señor le prende fuego a la esposa, la condición de mujer es esencial. Es un compromiso muy importante de nuestra sociedad aprender a diferenciar. Debemos incorporar el femicidio a la legislación, pero además a la cultura a través de la enseñanza, en la escuela primaria, donde se transmite el imaginario de la mujer como objeto. Los niños son educados en el paradigma histórico patriarcal, masculino. Y quien reproduzca esta vieja lógica tiene que generar una reacción social que lo aparte inmediatamente de su función.”
Y por casa cómo andamos?
Se conoció en febrero de este año el informe del Observatorio de Femicidios en Argentina, que dirige La Casa del Encuentro donde se denuncia que a lo largo de 2012, se registraron en promedio cinco femicidios por semana. En total fueron ejecutadas 255 mujeres por el hecho de ser mujeres. El 63 por ciento fue ultimada por su esposo, amante, novio o ex pareja. El impacto social de la violencia machista dejó en el último año 357 hijos e hijas huérfanos, 248 de ellos menores de edad.
El Observatorio lleva adelante el registro de los casos publicados en las agencias informativas y en 120 diarios del país. Contabiliza los homicidios de mujeres por razón de género, es decir, casos que no tienen que ver con robos, secuestros u otras situaciones de la llamada “inseguridad” urbana, recordó Ada Beatriz Rico, directora de la Casa del Encuentro.
Además en el estudio se contabilizaron 24 casos de “femicidios vinculados” de varones o niños, en 2012. Algunos de los chicos, hijos de una mujer también asesinada en el mismo hecho o de la que el autor del ataque se quería vengar eliminando lo que ella más quería.
Otros datos que aporta el análisis del Observatorio:
- 5 de las víctimas estaban embarazadas.
- 26 presentaban indicios de abuso sexual.
- 25 casos tenían denuncias iniciales, realizadas por familiares, de desaparición.
- 7 mujeres que tenían antecedentes de sufrir violencia de género en el marco de sus parejas permanecen desaparecidas desde 2004.
En relación con el vínculo entre el presunto femicida y la víctima, el Observatorio señala que en 95 casos se trataría del esposo, pareja, novio o amante; en 65, una ex pareja; en 11, el padre; en 21, otros familiares; en 18 vecinos o conocidos; en 5 de los asesinatos, un hijo; y en 40 no habría relación aparente. Es decir, la mayoría de los femicidios fueron perpetrados, según los datos publicados, por la pareja o ex pareja de la mujer.
Según la Casa del Encuentro se trata de entender que la violencia de género no es el excepcional producto de la psicopatía individual, sino la más trágica consecuencia del patriarcado. El extremo último de la vulnerabilidad a la que la violencia machista somete a la mujer en el día a día, silenciosamente. La muerte violenta como última arma del varón que oprime a la mujer para impedir su libertad.
Fabiana Tuñez, coordinadora ejecutiva del Observatorio y cofundadora de la ONG afirma que “ es necesario considerar la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos. El femicidio es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”.             
Por eso el título de esta nota.
                                                                                   Rita Awiron

MARZO

                                                                    MARZO

   Cuando era chica Marzo se instituyó para mí como el verdadero comienzo del año. En  marzo se desdibujaban  la modorra del verano,  los juegos al aire libre hasta tarde, los juegos con agua…Y acompañando a los madrugones, iban apareciendo los colores del otoño junto a  las pinturitas para el “cole” y el olor de las mandarinas.
    Con el correr de los años, Marzo se mantuvo siempre como  esa campanada de fin de recreo y de llamada a rumbear el año y mi vida. Mi vida en la que, por decisión o por asalto, se iba entretejiendo lo singular, con lo colectivo y lo social.
     Ser mujer disparó perplejidades, rebeldías y muchos interrogantes, de chica en forma difusa, y en la adolescencia como repiqueteo de molesto despertador.
    Comenzar a trabajar me sumió en otro escenario, el enorme escenario de las injusticias sociales y la conculcación de derechos. Como maestra en nuestra escuela pública, aprendí  que la proyección de una sociedad mejor se enlaza a  una educación que respete y aliente la iniciativa creadora y el espíritu crítico de los niños. Fueron años de estar con las manos en la masa, en lo social y en lo personal. 
     En esos años, repensar el ser mujer no estuvo muy presente para mí, y el 8 de marzo pasaba de largo…más bien con un leve ruidito: ¿para qué un día de la mujer? Pero caminar este interrogante resultó postergado porque…
     Porque un feroz tajo hizo sangrar las entrañas de nuestra sociedad y las mías, el golpe del 24 de marzo del 76. Se reconocían caídos en supuestos enfrentamientos de armas, pero, a pesar del ocultamiento y la desmentida, emergía la horrorosa verdad, para todo aquel que no prefería negarla: las desapariciones masivas entre aquellos que, desde ámbitos sociales, gremiales o políticos trabajaban  por cambios sociales a favor de las mayorías.
      Entonces el 24 fue adquiriendo su enorme carácter de bandera, amasada por diversos grupos y organismos, pero con un norte marcado por la aparición  conmovedora  de ellas, las “Locas de la Plaza
      Cuando nuestro país emergió del infierno, mi trabajo en psicoterapia me reconectó con las inquietudes de la adolescencia. Fue la escucha de mujeres que hablaban de su malestar, y  la conexión de ese malestar tanto con la teoría, como con  mi propia experiencia de vida. Lo singular y único de cada una, era una trama  debajo de la  cual traslucía la urdimbre de las relaciones  establecidas entre los sexos.
     La cuestión a transitar era lo femenino y lo masculino en la cultura. Desde mi trabajo, en la estructura psíquica, pero también desde el conocimiento de una historia de colectivos de mujeres que estaban en esto desde hacía mucho. El 8 de marzo, ahora, me representaba.
       Por eso, cada marzo me trae al primer plano palabras que se aúnan en una misma dirección: Mujer, Memoria, Verdad, Justicia. Todas resuenan con fuerza, simbolizadas en dos fechas entrañables, el 8 y el 24
     Los movimientos de mujeres, se consideren feministas o no, pujan por transformaciones sociales que aportan vida a la vida: defendiendo la tierra y el agua (como los movimientos de mujeres campesinas), la soberanía de nuestro cuerpo, los derechos jurídicos y laborales, la educación, la salud y la vivienda, la libertad, la diversidad.
    Este quehacer  nos saca del  refugio en la queja y la autocomplacencia y nos convierte en mujeres públicas, limando el supuesto antagonismos y exclusión entre lo que antaño se consideraba de adentro o de afuera del hogar; que, en términos más actuales  suele nombrarse como lo personal y lo social, y que ha sido decantado por el pensamiento feminista en la potente síntesis: “lo personal es político”
      Cuando llega Marzo el 8 y el 24 se  aúnan en el sentimiento, porque  en nuestro país, un grupo de mujeres, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, parieron esa, su creación  fantástica, que convirtió el marzo de Marte, dios de la guerra, en nuestro Marzo de lucha por la vida.
                                                                              Inés Castellano

LAS RATAS
Diego Santilli


            Es el responsable del cuidado y de facilitar el buen uso del espacio público a los ciudadanos de la CABA, ya que es el ministro de Espacio Público de la ciudad.

            En el 2012 la legisladora del Frente Progresista Popular María Elena Nadeo denunció el ese Ministerio por el incumplimiento de la ley 1854 de basura cero reglamentada entre 2007 y 2008. pese a que el valor del contrato de la basura aumento del 2011 al 2012 de 1.935.300.000 a 2.549.037.000 de pesos o sea un 33%.

            La ley establece la necesidad de la separación en origen (en domicilio) de residus secos para ser recuperados y los húmedos para ser tratados. Solo hay declaraciones vagas del ministro, pero nada de eso se hizo. Se envian consignas como “jugá limpio” que solo sirven de propaganda pero en concreto la ciudad está  cada vez más sucia y eso puede verse en las calles todos los días.

            También maneja un proyecto para concesionar en forma privada parte del espacio público de parques y plazas para la venta de bebidas y comestibles exigiendo a cambio un canon a los privados. La intención es ir privatizando los lugares de expansión y recreación de los vecinos haciendo a cambio rentables negocios.

            Puso rejas al Parque Centenasrio sin consultar democraticamente con los vecinos  y afirmó con soberbia “la gran mayoria de los vecinos quiere un parque renovado”. La gestión del PRO reprimió salvajemente las manifestaciones de grupos de vecinos que se oponían a las rejas llegando la agresión policial a incrustar dos balas de goma a una periodista de la TV pública que estaba trabajando alli. El señor Rodriguez Larreta con todo desparpajo afirmó que no eran balas de goma, sino de pintura. Comparte el cinismo con su ministro de Epacio Público que afirmó “Venimos en diálogo con los vecinos para la reconstrucción del parque” y haciendose el distraido continuó “No vi las imágines de los disturbios. Había gente violenta” ¿Y como lo sabe si no las vió? ¿Se lo contó un pajarito? Y por supuesto confirmando la política del orden de los cementerios que propugna el PRO dijo “Hay que poner un poquito de autoridad”. La autoridad emana del respeto a la gente, del ejemplo del trabajo de cada uno. Ambas cosas son las que carece el Sr. Santilli.

            Y tenemos la poda de árboles en la avenida 9 de Julio, la cual está destruida por el proyecto del “metrobus” (que no es tal), habiéndose modificado su estructura funcional y habiéndose arrancado árboles que estaban en las plazoletas no por capricho, sino por diseño.

            Comenta The New York Times “"Los millones de dólares destinados a los nuevos carriles estarían mejor invertidos en la transferencia de más pasajeros al subterráneo. También tendría más sentido para construir carriles bus en las calles laterales, que no requieran la alteración de la fisonomía de la avenida central".

            El texto habla por si solo. El proyecno no fue consensuado ni con vecinos ni con especialistas en el tema. Ademá se superpone con el trazado de la línea “C” del subte. Se decidió hacerlo y se empezó a levantar árboles de cualquier forma, algunos cortándolos a sierra automática y otros (pocos) levantándolos con sus raices. Admás se modificaron formas de rotondas y plazoletas, cambiando totalmente la fisonomía de un paseo clásico de nuestra ciudad. Es que lo importante para el PRO y sus ministros es el negocio, no la gente.

            Sin embargo el acccionar de grupos de vecinos, ONGs  y de la oposición legislativa de la CABA pudo frenar tal desmadre y el juez  Guillermo Schleiber ordenó una medida cautelar para frenar el desmonte de los árboles y la reducción del espacio verde en la Avenida. Esta medida tal vez modifique el proyecto original, ya que el mismo incluía la reducción de las plazoletas y sus espacios verdes.

            Los hechos señalados muestran a las claras el desinterés del macrismo y sus ministros por lo público, por escuchar realmente la opinión de los vecinos, muestran  su modalidad patotoril y prepotente de manejar lo que nos pertenece a todos. La ciudad no es una empresa del grupo Macri, es el hablitat que compartimos millones y debe ser respetada ella y sus habitantes. Terminar con las locuras del PRO es tarea que todos los porteños debemos encarar a fin de evitar nuevos y más graves esmanes.
                                                                                                A.L.

                        


FEDERICO

Escasamente a un mes del alzamiento de los falangistas contra la joven República Española un automóvil se estaciona a unos metros de la casa de la familia Rosales. Descienden cinco hombres fuertemente armados. Golpean la puerta. Doña Esperanza Camacho de Rosales se asoma. Tengo orden de detener a García Lorca, que ustedes tienen aquí escondido, sentencia Ramón Ruiz Alonso, quién a todas luces comanda la pandilla. El poeta que esta en su habitación, baja las escaleras. –Esto es un error...un abominable error. Vamos, responde Alonso. El automóvil se aleja del número uno de la calle Angulo. Era el 16 de agosto de 1936, en la ciudad de Granada. El 19, mil panderos de cristal hieren la madrugada. Un cerrojo que se abre, unos gritos, un saco en la cabeza, calor, mucho calor. El tiempo se para, lo empujan, cae al suelo, como el toro de las cinco en punto de la tarde. El poeta se refleja en el amanecer granadino, quizás aceptando su destino. Manos atadas. Disparos que revientan la vida ahogando los sonidos de la noche. Un cadáver eterno está en una cuneta. Mientras lloran inconsolablemente por la estupidez humana, la constelación de carne y huesos es observada por las estrellas sumidas en duelo.  Risas, tal vez un ultimo trago de algún vino barato. Festejemos, acabamos de matar a Federico García Lorca. Venga, joder, que yo le metí dos tiros en el culo por maricón. Sin juicio, sin ninguna acusación comprobada, sería asesinado a los dos meses de haber cumplido treinta y ocho años - junto a dos banderilleros y un maestro-, el poeta, el dramaturgo, el director teatral, el escenógrafo, el artista plástico, la voz y la pluma de España, el muy nuestro querido Federico. Conocida la noticia, el mundo todo se levanta en grito. Desaparecen el cadáver para evitar que su tumba se transforme en sitio de veneración de un rojo, de un homosexual, de un republicano. Para evitar que la rosa grana cubra a perpetuidad el frio mármol de la lacerante muerte. Ni siquiera una sepultura -y quizás sea mejor-, los cementerios tienen muros que solo sirven para coartar la libertad de los que allí moran. Muerto e inmortal. Los que le quitaron la vida se la dieron para siempre. Los versos de Federico perduran volando en verdes vientos, anidando en floridas ramas, en el barco sobre la mar, cabalgan gallardamente sobre el caballo que al alba asciende la límpida montaña. Federico, indisciplinado, inmaduro, poderoso, alto, claro. Maldito poeta de los disidentes y los marginados, comunista sin dogma ni manual.  “En la luna negra/ de los bandoleros/ cantan las espuelas. Caballito negro/ ¿Dónde llevas tu jinete muerto? En la luna negra/ sangraba el costado de la Sierra Morena. Caballito negro/ ¡Que perfume de flor de cuchillo! En la luna negra/ ¡Un grito!/ y el cuerno largo de la hoguera” Caballito negro/ ¿Dónde llevas tu jinete muerto?