COMO PARAR LOS TANQUES
En diferentes oportunidades en ésta columna hemos
analizado la dificil situación que se fue creando en nuestro país - y tambien
digamos que en casi todos los otros- por la concentración del mercado
cinematográfico, especialmente en el area de la distribución y la exhibición.
Tal vez uno de los momentos cumbre, sea la época de de las fiestas de fin
año o en especial en las vacaciones de invierno que acaban de transcurrir.
Si se tienen en cuenta algunas cifras, la cinematografía en nuestro país está
pasando un muy buen momento, pues para el mes de julio se llevaban recaudados
unos 750 millones de pesos en todo el país, con unos 28 millones de
espectadores, pero apreciemos otras cifras: en 750 salas de cine en todo
el país, los tanques de Hollywood, por ejemplo "La era del hielo
4" o "Valiente" se estrenan en 270 salas en promedio. Si las
comparamos con los estrenos argentinos, aproximadamente la mitad de ellos se
estrenan en cinco salas o aún menos. En algunos casos con películas excelentes
y arriesgadas como "Tierra de los padres" de Nicolás Prividera, el
estreno se dió en una sola sala, la mítica e indispensable Sala Lugones
del Teatro San Martín. Otras pequeñas salas como el histórico Cosmos, comprado
por la UBA, estrenó cinco películas argentinas que no encontraban sala.
El tema se viene discutiendo desde hace rato y hay muchas
opiniones. El productor Diego Dubkovsky cree que un avance hacia la solución
del problema es la creación de un circuito alternativo "más ligado al tipo
de cine que hacemos nosotros". Tambien comenta "que la experiencia
del Gaumont es superexitosa, y ahora se agrega el Arte Cinema en
Constitución, que luego de ser tomado por el INCAA, bajó el precio de las
entradas y le dio una programación más atractiva, estando en una zona donde a
la gente no le gusta mucho ir, el público se duplicó y hasta triplicó. Sería
genial que este ejemplo se extienda a cines cerrados como el Arteplex
Belgrano o el Atlas Santa Fé". Nosotros agregaríamos a nuestro querido
cine de Caballito que tanto extrañamos. Esa política sería bueno que
se extendiera hacia los cines que no tiene posibilidad de estreno en
nuestras salas, como el europeo, el asiático, el africano y fundamentalmente el
sudamericano.
Algunos distribuidores alegan que no hay público para ese
tipo de cine. Sin duda si hablamos de los tanques que llevan a tres millones de
espectadores es así, pero hay films como "El chico de la
bicicleta" de los belgas hermanos Dardenne o la iraní "La
separación" dos películas de gran calidad artística y muy atractivas
para todo público, nada experimentales ni "aburridas" como a veces se
dice alegremente por algunos comunicadores respetables como Aliverti de
las películas que no son norteamericanas o "que cuenten historias",
llevan a los cines entre 150.000 a 400.000 espectadores. Un independiente muy
popular en Buenos Aires como Woody Allen puede llegar al millón de espectadores
con películas para todo público pero no imbéciles o que toman como imbéciles a
sus espectadores.
Un dato que mucha gente no conoce y que es fundamental
para esclarecer un poco este tema que en general no tiene mucha
prensa es que un tanque del que leemos costó 300 millones de dólares, en
realidad destinó la mitad, es decir 150 millones, a gastos de lanzamiento en
todo el mundo, lo que significa que unos meses antes de su estreno se pagan
viajes a cronistas de grandes medios a EE.UU. para que empiecen a mandar notas
sobre la película, luego se sigue con los grandes y masivos avisos
en todos los medios y las calles o avenidas y luego incluso pagos
encubiertos para que la película sea "criticada" en buenos términos
incluyendo largos reportajes a sus actores, etc. etc.
¿ Cómo competir con semejante cantidad de recursos? Una
película argentina puede costar un millón de pesos o en algún caso con
financiación de productoras televisivas y con actores muy conocidos como Darín,
bastante más, nunca puede llegar a gastar una cifra ni siquiera cercana a la
que gasta un tanque. De cualquier manera una película como "Elefante
blanco", muy atractiva y de calidad tanto estética como ética, puede pasar
el millón de espectadores, pero nunca aspirar a mucho más.
Queda claro que los tanques van a seguir existiendo,
seguirán llegando las versiones 5, 6 o 10 de cualquiera de los títulos
conocidos y no los podremos parar. Por eso lo principal está en permitir la
llegada de otras películas y especialmente facilitar la visión de las películas
argentinas y para ello es necesario que el INCAA invierta más dinero en
los gastos de lanzamiento y avance en la creación de más salas como
el Gaumont, bajando los precios de las entradas y mejorando la visión y el
sonido de las mismas.
Otro tema a evaluar es el hecho de la cercana
desaparición del celuloide como soporte y la masiva incorporación del sistema
de digitalización de salas que ya comenzó a instalar el INCAA. El proyecto
contempla en una primera etapa 150 salas en todo el país y en este año se
implantarán 50 de las mismas con proyectores 2D y 3D digitales, entregados en
comodato por el Instituto con su equipo de sonido. La idea es terminar de
digitalizar todas las salas en el 2014. Es un proyecto fundamental porque va a
poner en un nivel de igualdad técnica a todos los cines y la calidad de
proyección y sonido se va a estandarizar. En suma, los que amamos al cine
luchamos no sólo porque no desaparezca de nuestras vidas, sino tambien por ver
cada día películas más variadas y de mayor calidad para poder elegir de acuerdo
a nuestro gusto y placer.
A,P.