DE LOS INDIGNADOS ESPAÑOLES

  • No es crisis es estafa
  • Cría ricos y te comerás sus crisis
  • Si no salimos en los periódicos saldremos en los libros de historia
  • Me gustas democracia porque estás como ausente
  • Ya tenemos el sol, ahora la luna
  • El pueblo reflexiona, por eso está en la calle
  • Te oigo quejarte en casa, sal a la calle a que te oigan
  • La única causa de la pobreza es la riqueza
  • Precaución, ciudadanos pensando.
  • Nuestros sueños no caben en vuestras urnas.
  • No somos ilusos somos ilusionistas

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lunes, 3 de septiembre de 2012


LAS RATAS
Carlos P.Blaquier

Jujuy es una bella provincia argentina,. Su parte occidental, casi un 60%, es parte de la Puna, que comparte con Chile, Perú y Bolivia, con una altura media de 3500 metros sobre el nivel del mar. Por lo menos la mitad de su población es de origen indígena. Tiene zonas muy bellas como la quebrada de Hmahuaca o el cerro de los siete colores sito en Pumamarca.

Pero también tuvo sus zonas oscuras.

El ingenio Ledesma es una empresa manejada por la familia Blaquier, productora de fundamentalmente de azucar y tambien papel. Desde 1970 Carlos Blaquier es su presidente.

En 1970 el único hospital y la única escuela de Libertador General San Martín, localidad también conocida como Ledesma quedaba en el ingenio. Hoy son del estado. Sin embargo en el aeropuerto de Jujuy el cartel de bienvenida es de la empresa a la que todavía algunos consideran como si fuera el estado, tal su dominación y su prepotencia.

Entre el 20 y el 27 de julio de 1976 se produjo lo que se conoce como la noche del apagón. Duante varias noches se realizaron cortes en la luz generada por el ingenio, en los pueblos de Libertador San Martín y Calilegua. Durante esas noches la dictadura secuestró a cuatrocientas personas, de las cuales treinta continúan desaparecidas, otras terminaron en diversas cárceles y algunas fueron liberadas. El ingenio prestó parte de sus vehículos para el transporte de los detenidos. A las mujeres las llevaron a la localidad de Guerrero, donde las violaban y torturaban.

El 27 de julio fue secuestrado  Luis Ramón Aredez, médico e intendente de Libertador San Martín. Su delito fue intentar que la empresa regularice el pago de sus impuestos, como lo indicaba la ley. Su esposa, fallecida en el 2005, fue miembro de las madres de la plaza y desde 1983 organizó la marcha de los jueves en la plaza de Libertador San Martín, llegando a realizarla muchas veces sola.

Actualmente se han presentado varias denuncias contra Blaquier, Alberto Lemos, administrador de Ledesma y algunos otros imputados por esos crímenes de lesa humanidad. Cuatro ex policías ya están detenidos.

El juez de la causa Carlos Olivera Pastor buscó demorarla, pero el viernes 18 de mayo una movilización encabezada por Milagro Sala, la dirigente de la Organización Barrial Tupac Amarú, con cerca de cien mil jujeños obligó a su renuncia.

Blaquier fue citado a declarar, pero sus abogados alegaron que por razones de salud no podría asistir. Lo curioso es que tres días antes de su citación el ex “amo de Jujuy” se trasladó a Europa para hacerse controles en Francia y Gran Bretaña. Los abogados de la querella, están reclamando ahora al nuevo juez que se libre un pedido de captura internacional si es que no se presenta como es debido. Tuvo que presentarse.

Otra acusación que pesa sobre él es la realización de tareas de inteligencia sobre los trabajadores del ingenio en el año 2005, cuando esto es algo penado por la ley. Es que para las personas como Blaquier aún continúan los tiempos de la dictadura y no han advertido que pasaron más de treinta años del golpe cívico-militar. Y si, cívico-militar porque el golpe realizado operativamente por las FFAA, tuvo complicidad directa de aquellos que querían volver al país agroexportador, querían disciplinar a la sociedad para aumentar sus ganancias a expensas del hambre del pueblo. Martinez de Hoz, Blaquier, empresas como Mercedez Benz, entre otros fueron autores directos de las políticas económicas y represoras de la época, que tratan de continuar en nuestros días como por ejemplo con el intento de secuestro del nieto de Hugo Condorí, uno de los principales testigos en la causa contra Blaquier.

Pero los tiempos están cambiando. En Jujuy se está terminando el miedo, la gente comienza a hablar. El gobierno provincial, que nada había hecho hasta ahora, se refiere ya a los DDHH. Es que el pueblo argentino no va a permitir que los criminales, civiles o militares queden impunes, sea cual sea el luegar en que se encuentren. Y no lo va a permitir apelando a la justicia, dándoles como corresponde todos los derechos legales para defenderse, derechos que no tuvieron los vejados por el brazo armado de los “paladines del libre mercado”. En Jujuy no quieren venganza, quieren memoria, verdad y justicia.
                                                                                                                                                                    A.L.

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