DE LOS INDIGNADOS ESPAÑOLES

  • No es crisis es estafa
  • Cría ricos y te comerás sus crisis
  • Si no salimos en los periódicos saldremos en los libros de historia
  • Me gustas democracia porque estás como ausente
  • Ya tenemos el sol, ahora la luna
  • El pueblo reflexiona, por eso está en la calle
  • Te oigo quejarte en casa, sal a la calle a que te oigan
  • La única causa de la pobreza es la riqueza
  • Precaución, ciudadanos pensando.
  • Nuestros sueños no caben en vuestras urnas.
  • No somos ilusos somos ilusionistas

Vistas de página en total

martes, 30 de julio de 2013

LAS RATAS: 1933 

            Un editorial del diario La Nación del 27 de mayo del corriente año versó sobre la asunción de Adolf Hitler al poder en 1933. Luego de enumerar algunas de las violaciones constitucionales que efectuó, de las arbitrariedades que cometió para lograr un poder omnímodo el diario lanza el siguiente párrafo “Salvando, como decíamos, las enormes distancias, los argentinos deberíamos reparar en los rasgos autoritarios que, cada vez con mayor frecuencia, pone de manifiesto el Gobierno, y cobrar conciencia de que es imposible prever cómo puede terminar un proceso que comienza cercenando las libertades y la independencia de los tres poderes del Estado, al tiempo que distorsiona los valores esenciales de la República y promueve enfrentamientos dentro de la sociedad.” 

            Por otro lado el señor Federico Sturzenegger, presidente del Banco Ciudad y funcionario del “impoluto” Mauricio Macri, en sintonía con el matutino, advierte acerca de las “juventudes hitlerianas” en el control de precios, donde participan movimientos juveniles, organizaciones religiosas y de consumidores.

            ¿Porque en este momento se intenta comparar el accionar del gobierno y de algunos movimientos populares con el nazismo? ¿Qué fue y que es el nazismo? La experiencia de Alemania nos enseña que el nazismo es una dictadura terrorista, chovinista (es decir nacionalista de derecha) sustentada por el capital financiero.

            El nazismo no es obra de un o unos “locos”. En todo caso estos señores fueron utilizados por el capital financiero e industrial alemán para obtener enormes ganancias con la preparación de la guerra de 1939-1945, con el apoyo solapado de capitales ingleses, franceses y norteamericanos que colaboraron con el rearmado de Alemania, tras el propósito nunca oculto de acabar con la Unión Soviética cuya presencia irradiaba, en la preguerra, una influencia perniciosa para los grupos de poder occidentales.

            Nada tiene que ver un régimen basado en la represión el asesinato de millones de personas, el uso de campos de concentración, el trabajo esclavo, la discriminación racial, de género y política; con nuestro actual gobierno  que ha incluido a millones de personas en la actividad laboral, que ha planteado y aprobado leyes como la ley de medios para democratizar la palabra, la de género, la de matrimonio igualitario, la de fertilización asistida, que ha posibilitado la Asignación Universal por Hijo, que ha devuelto la dignidad a millones de jubilados e incorporado a otros a una obra social y a cobrar al menos la jubilación mínima y que ha hecho de los Derechos Humanos una bandera de lucha permanente, transformando la siniestra ESMA en un Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos, eliminando las normas que impedían el juicio a los ex represores, aplicando el estado de derecho y no la tortura y los vejámenes como si hizo la dictadura cívico-militar que asoló el país entre 1976 y 1983 y el régimen nazi en la Alemania de 1933-1945.

            Cada uno puede tener su opinión y la verdad es que en aspectos como la gran minería a cielo abierto, los desmontes de bosques, el uso de plaguicidas como el glifosato o las políticas hacia las poblaciones originarias no tienen o no se aplican aún leyes que permitan evitar abusos perjudiciales para las poblaciones de esas zonas. También el no haber puesto aún a las policías, bajo el paraguas de la democracia es una deuda que el gobierno debe saldar.
            Es posible que haya quienes desde una posición de centro-derecha o derecha, liberal en el sentido económico, crean que otras políticas son mejores que las del gobierno actual. Eso no significa ser nazi, ni mucho menos. Son si, políticas erróneas que perjudican a la gran mayoría de la población. Pero cuando las grandes corporaciones, particularmente agrarias como la Sociedad Rural Argentina (SRA) son las que sostienen los planteos liberales, es cuando la historia de nuestro país nos enseña tanto en 1930, como en 1955, 1966 o 1976 que van por otro objetivo que una mera política de derecha. Van por cancelar las conquistas aquí mencionadas, las paritarias, los aumentos a jubilados, etc. y para ello necesitan acabar con el movimiento obrero, reprimir a las organizaciones populares encarcelar y torturar. Eso es lo que comenzó el gobierno encabezado por Menem-Cavallo y criminalmente continuó el de De la Rua, del cual formaron parte entre otros, los hoy macristas Patricia Bulrich y  Sturzenegger.

            Es por todo lo mencionado que no se pueden dejar pasar afirmaciones “inocentes” como las mencionadas al comienzo del artículo. Su objetivo es confundir, sembrar pánico y odio. Tanto el matutino como el presidente del Banco Ciudad saben perfectamente de que hablan. También lo sabía La Nación cuando en abril de  1938 felicitaba al canciller del III Reich y alababa a la “juventudes hitleristas”.

            Debemos estar alertas, si, pero para detener la ofensiva de los grupos económicos que ven acotados sus privilegios y la de los personeros y escribas de los mismos que utilizan los medios gráficos, radiales y televisivos para inundar el aire que respiramos con mentiras o verdades a medias. Y también para desconfiar de los malabaristas que buscan acomodarse en pretendidos “frentes progresistas”, amontonándose con cualquiera, sin un programa de gobierno ni capacidad de gestión.
                                                                                                                                  AL.



No hay comentarios: