DE LOS INDIGNADOS ESPAÑOLES

  • No es crisis es estafa
  • Cría ricos y te comerás sus crisis
  • Si no salimos en los periódicos saldremos en los libros de historia
  • Me gustas democracia porque estás como ausente
  • Ya tenemos el sol, ahora la luna
  • El pueblo reflexiona, por eso está en la calle
  • Te oigo quejarte en casa, sal a la calle a que te oigan
  • La única causa de la pobreza es la riqueza
  • Precaución, ciudadanos pensando.
  • Nuestros sueños no caben en vuestras urnas.
  • No somos ilusos somos ilusionistas

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martes, 30 de julio de 2013

LAS  NUEVAS MASCULINIDADES Y EL REPARTO DEL     PODER. 
 
 Desde estas páginas hemos comentados los Estudios de Género y cómo desde el feminismo se viene trabajando  hace muchos años este concepto que tanto ha contribuido al análisis de las relaciones entre hombres y mujeres. Estos estudios partiendo de una realidad social mostraron cómo lo femenino se ha construido históricamente como lo diferente, legitimando así una gran variedad de desigualdades sociales.
    Hoy queremos pensar la masculinidad que en los últimos años en tanto construcción cultural surge como objeto de interés de las Ciencias sociales y  los Estudios de Género, revelando las formas  en que el sistema de género, que vehiculiza las relaciones de poder entre hombres y mujeres, deriva en la manifestación de una masculinidad determinada y no otra.
     Son muchas las transformaciones sufridas en la identidad femenina en las últimas décadas (sobre todo en sectores medios urbanos occidentales), en dirección a una mayor libertad sexual y a la progresiva incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y a puestos de poder. También cada vez son más visibles en las sociedades occidentales diferentes formas de ser hombres que rompen con  los antiguos mandatos patriarcales, constituyéndose incluso lo que puede entenderse como un movimiento masculino de liberación. De forma tímida están apareciendo en varios países las primeras asociaciones de hombres por la igualdad que reivindican el derecho a que el hombre desarrolle su personalidad sin que ésta le sea impuesta por una cultura machista, que castiga al hombre que no la cumple. 
    Cuando los hombres se percatan cómo les perjudica el modelo tradicional de roles de género que construye un concepto de hombre machista, comienza una crisis que da surgimiento a nuevos modelos de masculinidades, que ponen en cuestión conceptos tales como identidad masculina, hombría, virilidad, hombre proveedor, violencia, etc. y surgen nuevos roles masculinos.
     Sin embargo hay un gran trabajo por realizar entre hombres y mujeres para romper con siglos de mandatos para ambos géneros teniendo presente que no es sólo cuestión de distribución de roles sino también distribución de poder.
    Marta Lamas, antropóloga feminista, en un reportaje de Pagina12 señala: “Hay que repartir el poder en la casa y en lo público. Hay que tomar conciencia de que es un tema de psiquismo y de cómo introyectamos ese mandato como algo natural y que eso dificulta mucho las intervenciones políticas que se puedan hacer después. Hubo un tiempo en que el feminismo pensaba que cambiando lo social iban a cambiar las cosas. Acá nos dimos cuenta de que hay que cambiar lo social y lo psíquico y que eso requiere procesos no tan complicados, pero sí una mirada del Estado a la comunicación social, a las telenovelas, a muchísimas cosas en la construcción de la masculinidad y la feminidad”
    Alguna de las cifras más drásticas que surgen de una encuesta realizada en varios países de nuestra América en distintos sectores socioculturales y en todas las franjas etarias desde la adolescencia, muestran a las claras los efectos de la naturalización de la que habla Lamas: En Chile, el 46 % de los hombres dice que jamás tendría un amigo homosexual, en Brasil el 50% jura que los hombres necesitan más sexo que las mujeres y en México el 56% asegura que el rol más importante de la mujer “es cuidar de su hogar y cocinar para su familia”.
    Si bien por nuestras latitudes cada vez son más los hombres que comienzan a trabajar sus subjetividades y las formas de vincularse con mujeres y varones y que los grupos de hombres en contra de la violencia, del patriarcado y por una paternidad responsable ya tienen varios años de vida, es cierto que siguen faltando espacios mixtos para discutir y compartir sensibilidades e historias porque es importante trabajar activamente la relación ya que el género es una construcción  relacional, dinámica y continua donde el poder siempre está en juego.  


Rita Awiron 

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