Democracia o Corporaciones
Nuevos
desafíos parecen presentarse en América
Latina, la crisis de representación, no parece estar totalmente resuelta- a
pesar de la diferencia de las demandas- como nos muestran las masivas
movilizaciones en Brasil, el manejo del "humor social" por los medios
de comunicación es peligrosamente aprovechado por los intereses de los
poderosos y la derecha, siempre agazapada para dar el zarpazo y restar
legitimidad a los gobiernos democráticos y progresistas del continente.
En nuestro
país en tanto, los grupos de poder, algunos de los cuales vieron afectados sus
intereses por acciones del gobierno, redoblan sus esfuerzos por dar por
finalizado el ciclo de lo que ellos mismos denominan "populismo",
cosa que vienen haciendo con suerte diversa desde la resolución 125.
Concluidas
las roscas de la formación de alianzas, podría comenzar un período de discusión
política de gran riqueza, si la oposición formulara propuestas alternativas o
enriquecedoras, en lugar de acusaciones y chicanas para una votación que seguramente es mucho más que de una
simple elección parlamentaria de medio término.
El
establishment en su búsqueda desesperada del Capriles rioplatense, y
considerando que la confrontación brutal no dio el resultado que esperaban,
intenta un armado distinto, donde los cuestionamientos aparezcan mas de forma
que de fondo, ocultando sin embargo la verdadera construcción de reemplazo de
las políticas en curso y en muchos casos el retorno liso y llano de las
fracasadas políticas neoliberales.
Las
operaciones de prensa son de una brutalidad inusitada, instalando mentiras por
verdades y de ese modo convirtiendo al gobierno, y a todos aquellos que
defienden sus conquistas, en una banda de delincuentes que asaltó el poder para
robarse todo y obtener impunidad, negando las históricas luchas de los sectores
populares, sus héroes y mártires.
Es verdad que
este gobierno dista de ser el ideal, pero no caben dudas que es el mejor
posible, dentro de las ofertas electorales existentes. Para poder afirmar que
la última fue una década ganada debemos dejar atrás definitivamente esa mala
costumbre de cambiar cíclicamente la dirección de las políticas públicas, es
necesario entonces dotar de más política y participación a la sociedad
argentina, y fortalecer el movimiento nacional y popular para resolver las
asignaturas pendientes en materia de transporte, minería, salud, etc.
Se avecinan
momentos definitorios, la extrema judicialización de las cuestiones políticas
llena de incertidumbre el futuro y muestra a su vez la vulnerabilidad de la construcción
política, toda vez que intenta tocar intereses de corporaciones autodefinidas
como la patria misma.
La ley de
comunicación audiovisual, cuestionada por las corporaciones mediáticas debe ser
resuelta acorde al profundo debate que se produjo durante años en la sociedad y
en el parlamento, ya que lo contrario significaría una dura derrota al sistema
democrático.
Igualmente es
necesaria una profunda reestructuración del Poder Judicial, poniendo a la
justicia de cara al pueblo y a su servicio, por la imperiosa necesidad de
profundizar la democracia ganada por todo el pueblo argentino en estas últimas
tres décadas.
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