LAS RATAS
Hoy: Elisa Carrió
Es claro y
notorio el papel de “denunciante” de la diputada Carrió. Desde la época del
final del menemismo, donde se volcaba y con razón a denunciar la corrupción
neoliberal no modificó su estilo, aunque las condiciones del país cambiaron
desde que en el 2003 asumió Néstor Kirchner.
Carrió
hoy juega de punta de lanza para los grupos económicos que enfrentan al
gobierno, en particular para el grupo Clarín. Miente abiertamente cuando dice
que el objetivo de la ley de servicios audiovisuales es desguazar a ese grupo
para silenciar la crítica. Sabe perfectamente que Clarín tiene más de 200
licencias de cable, cuando el promedio de los demás es de 1,6. Sabe que el
objetivo de la ley es democratizar la palabra, que hayan múltiples voces que
puedan expresarse, pero ignora aderede este objetivo fundamental de la ley.
Para
las PASO de este año formó un bloque con Pino Solanas, a quien múltiples veces
había criticado y quien siempre dijo que él se encontraba en la vereda opuesta
a Carrió. Pero el oportunismo de ambos, para conservar un cargo en el congreso,
sin importar con que ideas llegan al mismo fue suficiente y la “democrática”
Carrió aceptó el convite, pese a que en una entrevista televisiva que hicieron
juntos le reprochó al aire “Pino vos sos demasiado PJ”. Asi trata a sus
“compañeros” de fórmula.
Cuestiona
las políticas del PRO en la CABA, pese a que muchas veces votó lo mismo o no
votó al igual que el PRO, leyes importantes en la Cámara Baja.
Acusó
al gobierno respecto al presupuesto para el 2014, diciendo que viola la
constitución, criticó las cifras del proyeto de ley oficial, pero no propuso
otras que indicaran como funcionaría la economía el año próximo. Solo hizo uso
de su capacidad para denunciar sin fundamentos.
Un
hecho grave es su falsa denuncia sobre la pérdida de datos del banco de datos
genéticos con información sobre el ADN de desaparecidos, debido a un traslado a
un edificio más seguro que el actual. El ministro de ciencia y tecnología Lino
Barañao tuvo que salir a desmentirla señalando la irresponsabilidad de la falsa
denuncia, cuando es bien sabido cual es la correcta política gubernamental
hacia los DDHH y en particular hacia los datos de los desaparecidos.
Carrió
es sin dudas una parte del aparato con que los grupos más concentrados como la
SRA, Clarín, La Nación, ciertos bancos y empresas monopólicas tatan de frenar
las políticas nacionales que impulsa el gobierno. Tanto las políticas
internacionales, como la fimeza de la postura de la Presidenta en la
asamblea anual de la ONU
-coincidente con la de Brasil, aunque ocultada esto por los medios- como
en las que significaron el retorno de las jubilaciones al estado, la
recuperación de Aerolineas Argentinas y de YPF, los aumentos a jubilados y otras.
Esos grupos y Carrió como parte de ellos, quieren volver a los ajustes, a la
libertad absoluta para los mercados y a reducir la actividad estatal a un mero
aparato de seguridad.
Triste
papel el que eligió jugar, a contramano de lo mejor para el pueblo y las
instituciones. Es nuestro deber mostrar su verdadero rostro, quitar todos tipo
de máscara “democrática” que pudiera colocarse, porque en definitiva no es más
que una empleada de segundo órden de los verdaderos patrones económicos que la
aprovechan y la dejarán de lado en cuanto no les sirva más.
AL.
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